Los rostros eran los mismos, los mismos que dicen ser "Familia".
Los mismos que me llevaron a un gran abismo.
Los mismos que siguen sin creer.
Los mismos que juzgan sin saber.
Los mismos que dicen ser "Familia".
Esa tarde se convirtió en un lugar lleno de preguntas sin respuestas.
¿Dónde voy a vivir?
¿Con quién me debo casar?
¿Debo caerles bien?
¿Qué carrera llevar?
¿Cumpliré con los requisitos para no fallar?
Y sobre todo, el eco de las palabras rebotaban en mi mente.
"Eres mujer no pierdas vergüenza algún día"
Creí que no me había afectado
Creí que era ilusión mía
Creí que eran mentiras
Creí que debía aceptarlas para encajar.
Observé y me di cuenta que eran las mismas palabras y etiquetas, para ser aceptada en un mundo lleno de maldad y ciclos repetitivos.
Ciclos de etiquetas, requisitos, reglas. Para mantener un papel, orden y sobre todo ser aceptada.
¿Estoy en el camino correcto?
Me pregunté
Me observé
Me escuché
Me acepte
Me convertí
El espejo de mi habitación reflejó aquel puño de inseguridades a
un enredo de flores y espinas adornando la habitación.
Yo no quiero ser una más que dejó sus sueños anclados por la sociedad.
Mi voz será mi aliado para llegar a cada rincón.
No llevaré los requisitos de la sociedad.
No llevaré las reglas para ser aceptada.
Llevaré mis requisitos,
llevaré mis fallas a la sociedad.
Viviré disfrutado los días que vendrán.
Seré un rompecabezas
Seré la pieza faltante
Seré voz
Seré silencio
Seré la solución
Seré yo.
